28 jun 2016

EL PLANETA DE LOS SIMIOS

 MARTES, 28 DE JUNIO 


Si perdemos las esperanzas todos sabemos que las recobraremos. Limitados, sin mucha imaginación y con bastante prepotencia, que nos suministran las hormonas, aquí seguimos en el planeta hasta que "pegue un crujío". 
Mi padre sabía lo suyo. Christopher Hitchens vivió una vida mucho más privilegiada que él y por ello podía explicar muchas cosas mucho mejor. Educación, ¿cuándo se valorará como lo único que nos lleva adelante?

   
A ver, no creo que tarde más de diez minutos en refutar la existencia de dios (risas).

La proposición atea es la siguiente: la mayoría del tiempo no se puede decir que no haya dios. Se puede decir que no hay una razón para pensar que exista uno. Esta es la situación después de Lucretius y Democritus y la primera antítesis con la que pensadores comenzaron la crítica a la religión, y les pediría a todos, señoras y caballeros, que tengan en cuenta una pequeña distinción mientras seguimos.

Usted puede desear ser un deista, como mis héroes Thomas Jefferson y Thomas Paine lo fueron, y usted puede no desear abandonar la idea de que debe haber alguna clase de causa primera o próxima, o un primer promotor del mundo o universo conocido y observable.
Pero incluso si usted puede llegar a esa posición, la cual nosotros incrédulos mantenemos que está siempre sujeta a mejores, más perfectas y elegantes explicaciones; incluso si usted puede llegar a esa posición tiene trabajo todavía por delante.
Pasar de ser un deista a ser un teista, en otras palabras, de alguien que dice: „  A Dios le importas, sabe quien eres, le importa lo que haces, contesta a tus plegarias, le importa qué parte de tus genitales cortas o te cortan, le importa con quien te acuestas y de qué modo, le importa qué días de fiesta guardas, le importa lo que comes,  le importa qué posturas adoptas en la cama…
Tiene todo el trabajo por delante , y mucha suerte.
Porque no hay nadie - incluso Aquinas tuvo que claudicar- no hay ninguno que pueda moverse de la primera categoría a la segunda.
Así que podría, y estoy fuertemente tentado a hacerlo, podría dejarlo aquí.
Pero no está en mi naturaleza abandonar a una audiencia tan receptiva tan fácilmente, así que añadiré un par de cosas. 
Las razones por las que me alegro de que no sea verdad, serían supongo el fundamento de la acusación en mi caso.
Alguna gente que conozco, que es atea, dirá que desea poder creerlo.
Alguna gente que conozco que son antiguos creyentes dice que desearía recuperar su fé. La echan de menos. No puedo entender esto en absoluto.
Creo que es algo excelente que no haya razón para creer en las absurdas proposiciones que admito les he referido antes brevemente.

La razón principal para esto, creo, es que se trata de una creencia totalitaria.
Es el deseo de ser un esclavo. Es el deseo de que haya una autoridad inalterable, incontestable y tirana, que le puede declarar culpable de crimen de pensamiento mientras duerme. Que puede someterle - que debe, claro está, someterle- a una vigilancia completa, las 24 horas, cada minuto de vigilia o sueño de su vida - digo de su vida- antes de nacer e incluso peor, y ahí es cuando empieza la diversión, después de morir. Una Corea del Norte celestial. ¿Quién quiere que eso sea verdad?
¿Quién sino un esclavo desea tal espantoso destino?
He estado en Corea del Norte. Tiene a un hombre muerto como presidente.
Kim Jong Il es la cabeza única del partido y del ejército. No es la cabeza del gobierno o del estado. Ese puesto le pertenece a su padre fallecido, Kim Il Sung. Es una necrocracia. Una tanatocracia. Le falta uno para la Trinidad, debo añadir. 
El hijo es la reencarnación del padre. Es la tiranía más repugnante, completa, absoluta y despiadada que la especie humana haya desarrollado nunca. Pero al menos puedes morirte, joder, y dejar Corea del Norte.
¿Le ofrecen el Corán y la Biblia esa libertad? no!
No! La tiranía, la miseria, la posesión completa de su entera persona, el aplastamiento de su personalidad comienza en el preciso momento de su muerte.
Esto es malvado. Esto es un discurso cruel. Esta es la primera.

Segunda: Nos ataca en nuestra más profunda y esencial integridad. Es un insulto a nosotros, en otras palabras.
Dice que nosotros - usted y yo- no podríamos individualmente o colectivamente decidir sobre una acto correcto o una cosa correcta sin permiso divino, celestial.
No distinguiríamos el bien del mal si no tuviéramos permiso del cielo para ello.
¿Dónde si no, cómo si no, podríamos saber? Nuestra solidaridad humana, nuestro innato conocimiento del bien y del mal, nuestra conciencia aguda de qué es junto o injusto, son despreciables para nosotros.
Nos llegan entonces, como un regalo del gran inacatable dictador entronado.
¿Qué podría abolir nuestra integridad, nuestra honestidad, nuestra decencia, nuestra dignidad más que esto?

La tercera es más pragmática.
La religión es nuestra primera -por eso es por lo que estoy tan fascinado con ella- nuestra primera versión de la verdad.
Es nuestro primer intento como especie. Es lo que intentamos cuando no sabíamos nada. No sabíamos que vivíamos en un planeta esférico.
ni que giraba alrededor del sol. No sabíamos que había microorganismos que explicaban las enfermedades. Pensábamos que venían por maldiciones o brujas, o mal de ojo, o demonios. No sabíamos nada de nuestros orígenes como especie animal como primates infantiles, aterrados, ignorantes y con una religion primitiva.
Fue nuestra primera tentativa en la filosofía, nuestra primera tentativa en la moralidad, nuestra primera tentativa en la sanidad por cierto, pero como fue la primera fue también la peor.
Tenemos ahora mejores explicaciones a esos horrores. Y hemos aclarado todos esos misterios, y aún así todavía insistimos, y en algunos países no solamente insisten, sino que viven en un régimen totalitario que les impide pensar sobre el progreso realizado o les niega el conocimiento de que esos avances de hecho han ocurrido.

Así se ha llegado, a que dónde una vez nos fue de ayuda la Biblia, ahora sea un gran peligro realmente para nuestra capacidad continuada de vivir como una especie civilizada.
Aunque a mí me parece que su propuesta es una solución totalitaria a lo que es después de todo un problema real, a su funesta dependencia de lo sobrenatural mientras no sean las explicaciones mucho más extraordinarias, bellas, elegantes, luminosas y mucho más armoniosas…
Pensemos cuanto más preciosos son Einstein y Darwin. Pensemos cuanto más elegantes y persuasivos son ellos que la idea de la zarza ardiente o la exigencia de que sin circuncisión no puede haber salvación. Sólo imagínenlo.

Y ahora les daré un experimento final para pensarlo.

Esto es lo que tiene que creer ahora, si es usted un monoteísta, porque ahora sabemos cosas que antes no sabíamos:
Sabemos que la especie humana podría existir como mucho desde hace 200.000 años, cuando se separó de los CroMagnons y las especies primitivas. Podría ser tan poco como 100.000. Richard Dawkins piensa que 200.000, Francis Collins, que realizó el proyecto Genoma Humano - quien por cierto es un tipo de cristiano C.S. Lewis- piensa que 100.000. Bien. Diré 100.000.

Esto es lo que usted tiene que creer. 
Durante 100.000 años los humanos nacen como una especie de primates.
Esperanza de vida: ¿Qué? ¿25 años?
¿Por los primeros 10.000 años?
Mortalidad infantil: Prolifera
Enfermedades por microorganismos: Terrible
Terremotos, Volcanes: extraordinario
Y luchas por la tierra, por el territorio, por la comida, por las mujeres, por tribalismo: Aterrorizador también.
Durante 95.000 / 96.000 años el cielo mira esto con los brazos cruzados, con indiferencia, con frialdad. Y entonces hace tres o cuatro mil años, pero sólo en partes de Oriente Medio realmente incivilizadas e ignorantes… no en China! 
No en China donde hay gente que sabe leer y hacer ciencia, no, no, no! 
En zonas incivilizadas e ignorantes de Oriente Medio se decide: 
„No podemos dejar esto seguir así, mejor que intervengamos“
Y ¿qué mejor modo que con sacrificios humanos, plagas y genocidio?
¿Y si eso no los hace comportarse moralmente? … No sé entonces qué los hará entrar por el aro
Si hay una sola persona en esta sala que pueda conseguir creerse algo remotamente parecido a eso, se está declarando ser, primeramente muy estúpido y en segundo lugar muy inmoral.
Y me parece que falla en este caso la intervención divina y y lo sobrenatural, y deberíamos estar contentos de que sea así. Gracias